La obra Recolección nos muestra el tema que siempre ha sido la seña de identidad de Barahona, el homenaje al trabajo en el campo andaluz. Con un trazo firme (impresionista) y la paleta llena de color nos enseña una cuadrilla de mujeres realizando su labor cotidiana en un ambiente sereno, de paz y armonía. Su padre fue su primer maestro, y le enseñó todo lo que sabe sobre dibujo y perspectiva. En 1975 ingresa en la Escuela Superior de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría de Sevilla cumpliendo su ilusión. Obtiene una plaza para dar clase de dibujo, pero termina dejando la docencia, para poder dedicarse por completo a su pasión, pintar.