El campo. Pasado, presente y futuro
El mural está dividido en tres cuerpos de desiguales proporciones: a la izquierda se superponen imágenes rurales del ayer. Visión de una sociedad agraria con mujeres de mantos negros portando cántaros en la cabeza pastando entre las casas de un pueblo tradicional. Desde la parte superior surge la figura de una mano extendida que comunica ambos mundos. Es la transición entre el pasado y el presente. En el espacio central, el autor representa a la Caja Rural de Almería en forma de ingenio mecánico que conecta el mundo tradicional, agrario y atrasado, con el progreso socioeconómico, fruto del trabajo y de la familia, de la producción y el comercio. Una máquina, en constante funcionamiento, que actúa ya como el pulmón financiero de nuestro campo. A la derecha, una gran mano protectora sostiene una familia que, dejando atrás años de carencias y dificultades, mira a ese panel central que encarna las esperanzas depositadas en la actuación de la entidad financiera. La madre amamantando a su hijo simboliza que la vida ha vuelto a fluir tras años de incertidumbres y problemas sociales. Estamos ante un tiempo nuevo, estamos empezando.
González Romero ha expuesto en la sala de Cajamar en Málaga en 2011. Con motivo de esta exposición, Cajamar incorporó a su colección su obra “El paritorio”. Recientemente ha realizado una exposición antológica en el Ayuntamiento de Málaga (2017), comisariada por Lourdes Jiménez, cuyo catálogo recorre la experiencia vital del un artista de largo recorrido.