La persignación del sudor
Su vuelta a España a partir de 1960 significa el retorno a sus raíces, a sus dorados campos de Castilla.
En la obra de nuestra colección La Persignación del Sudor encontramos los rostros, manos y brazos de campesinos castellanos, realizados con fuertes y coloristas trazos, donde se ensalza la dignidad del mundo rural. En 1985 pasa a ser miembro de la Real Academia de San Fernando de Madrid, y dos años después nace en León el patronato de la Fundación que lleva su nombre, donde podemos disfrutar de una parte muy significativa de su obra.
Su trabajo puede admirarse también en otras instituciones como el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (Madrid), la Diputación Provincial de Burgos o la Biblioteca Nacional de Santo Domingo, así como en decenas de murales en Sudamérica y Castilla.